De alguna manera hoy en día postularse a un trabajo parece la cosa más fácil del mundo. Buscas unas compañías en el internet, escribes una carta de presentación, haces unos ajustes a tu currículo, y ¡voilá! Hace solo diez o quince años habría tenido que buscar puestos en los periódicos, imprimir todos tus documentos y enviarlos por correo a una empresa, y esperar una respuesta. Es más fácil ahora, ¿no?

De hecho, es verdad que ahora se puede solicitar trabajo con facilidad, pero si preguntas a cualquier joven qué está en el mercado laboral ahora, encontrar un trabajo es más difícil que nunca. ¿Por qué? En mi opinión la facilidad de postularse y la dificultad de encontrar un puesto están conectados. Cuando quieras buscar empleo, hay tantas opciones por internet en tantos sectores que nos inundan con tantas posibilidades. Como muchísimas cosas en la vida, tener demasiada variedad nos nos perjudica.

Cuando nos sentimos frustrados es fácil trabajar duro, pero sin pensar. En la búsqueda laboral, lo más esencial es hacer todo deliberadamente. Es mejor postularse a tres puestos que has investigado seriamente que enviar una aplicación a veinte o treinta vacantes con el mismo currículo o la misma carta. En mi opinión, y lo que digo a mis clientes, es exactamente lo siguiente:

¿Qué es tu porqué?

Piensa seriamente en lo que quieres hacer como trabajo y el porqué de tu biografía. Cada candidato tiene más o menos las mismas cualificaciones que tú; lo que tienes que demonstrar es porque tu misión en la vida coincide con la de la empresa. Si no conoces la misión de la compañía donde quieres trabajar, busca en su sitio web la historia empresarial, el tipo de empleado que ya trabaja allá, cuales productos fabrican o cuales servicios ofrecen. Por ejemplo, ¿qué comienzo de carta de presentación es más convincente?:

• “Me gustaría trabajar en su empresa porque soy hábil en programación, ingeniería, y data science.”

• “Como su misión fundadora, mi objetivo en la vida es a ayudar la diseminación de dato al público general. Por eso, he estudiado ciencias de informáticas con una especialidad en data science y estoy lista para aplicar estas habilidades en un entorno de trabajo desafiante y dinámico.”

En el primero, no sabemos cuánto la candidata conoce sobre la empresa. Es posible que ella haya enviado la misma carta a varias empresas. En el segundo, en cambio, está muy claro que la candidata se ha preparado muy bien, conoce la historia de la empresa, y tiene un argumento bien pensado en su motivación para postularse a esta empresa en particular. En tu opinión, ¿quién sobresale más?

Contacta con la gente

Después de haber pensado en tu misión, es muy fácil eliminar las empresas en tu sector que hacen un buen trabajo, pero no coinciden con tu misión. (Si estás teniendo dificultad encontrando tu misión, lee el libro Start With Why de Simon Sinek.) Luego, no pierdas el tiempo solicitando trabajo sin haber hablado con nadie de la empresa. Más del 85% de cargos se cubren mediante conexiones. Además, ¿no quieres conocer el tipo de empleados en una empresa o como sería una jornada típica? Contacta con tanta gente como sea posible. Con compañeros de clase, con profesores, con amigos de tus amigos, con desconocidos que has encontrado por LinkedIn. Si hablas educada y respetuosamente con ellos estoy segura que les gustaría apoyarte en tu búsqueda.

Haga buenas preguntas

Cuando hables con mentores potenciales o futuros colegas, nunca hagas preguntas que puedas averiguar por internet, por ejemplo, en el sitio web de la empresa. Piensa en tu porqué y formula preguntas significantes y específicas. Por ejemplo:

• ¿Puede explicarme un poco cómo su posición funciona en su departamento, y en la empresa generalmente?

• ¿Habría oportunidades para nuevos empleados de asociarse con un mentor que ayude a conocer bien las particularidades de su empresa?

Dependiendo del contexto puedes pensar en mejores preguntas cuanto más aprendas.

En resumen, postularse a un trabajo necesita un poco de reflexión. Mis tres consejos principales son:

1. Piensa en tu misión y empareja esta misión con la de las compañías con las que quieres trabajar.

2. Contacta con gente que puede y quiere ayudarte.

3. Crea buenas preguntas que muestren verdadero interés y auténtica pasión por la empresa.

Si escribes una aplicación cuidadosamente considerada, desarrollar relaciones con buenos contactos, y haces buenas preguntas, la probabilidad de una entrevista será mucho mayor. ¡Buena suerte a todos!

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¡Muchas gracias a mi sobresaliente profesora de español, Marion, por sus correcciones de este texto!